Un ensayo sobre Motomami que tenía olvidado
Este trabajo fue realizado el 5 de marzo de 2022
En la actualidad nos encontramos ante una gran época de modernidad que con regularidad nos hace poner en duda nuestros pensamientos e ideas. De manera sincrónica con la realidad, emerge la literatura, la cual a la par que otras artes, más que evolucionar, se ha transformado, adquiriendo y desechando elementos constitutivos. Umberto Eco en La poética de la obra abierta (1962), realza la autonomía que otorga el artista al intérprete. Muestra así, tres puntos esenciales dentro de lo que considera una obra abierta: 1) Las obras abiertas invitan al receptor a hacer la obra con el autor. 2) En cada obra existe una relación interna que el usuario debe de percibir a partir de los estímulos que esta le cause. 3) Toda obra de arte es abierta a las infinitas interpretaciones posibles. Así pues, el presente trabajo tiene como objetivo aplicar estos niveles propuestos por Eco, al álbum de Motomami (2022) de la artista española Rosalía. La justificación para la selección de esta pieza, radica en la polémica que generó alrededor de las melodías utilizadas y la composición lírica.
Rosalía Vila Tobella (Barcelona, 25 de septiembre de 1992) mejor conocida como Rosalía, es una cantautora española, que desde su niñez empezó a manejarse en el mundo musical. Su primera producción fue en el 2017 bajo el título de Los ángeles, con una temática entorno a la pérdida y la muerte, esto la hizo acreedora a un Grammy Latino. Sin embargo, es en 2018 cuando publica El mal querer, un álbum experimental y conceptual con sonidos flamencos que tiene como referente la novela occitana del Siglo XIII titulada Flamenca. “Rosalía está creando cosas nuevas. Está traperizando el flamenco de una forma salvaje, sin miedo” (Navarro, 2018). Fue este trabajo quien puso la mirada del mundo en esta cantante, quien narraba un desamor a través de la música urbana en combinación con la música folclórica española.
Es el trabajo de Motomami (2022) – compuesto de 14 canciones y dos colaboraciones con The Weeknd y Tokischa, dando un total de 16 melodías – aquel en donde gira el cuestionamiento de si es o no, arte. Dice Eco (1962) respecto a este tipo de producciones artísticas difusas para el público y consideradas “abiertas”, que estas obras se presentan como nuevas formas musicales, mismas que consisten en la posibilidad de varias organizaciones dadas al intérprete al mismo tiempo que las goza estéticamente (o critica). Claro ejemplo de esto, es el reggaetón, mientras muchas personas se debaten entre si es o no música, los receptores y autores, siguen disfrutando de bailarlo y de las fructíferas ganancias que otorga esta industria.
El primer punto a analizar es aquel en donde se argumenta que las obras abiertas invitan al receptor a hacer la obra con el autor. La idea de “abierta” abre la posibilidad de una nueva dialéctica alrededor de la estética y la composición artística. Dentro de Motomami, el papel de Rosalía es el de “organizar una trama de efectos comunicativos” (Eco, 1962) de esta forma cada usuario puede comprender – según su contexto, social, cultural y educativo – la forma imaginada que la autora tiene de su propia producción. En tal sentido, el autor expone un deseo de qué es lo que quiere transmitir, sin embargo, cada usuario (a través de su existencia) tiene una perspectiva individual que puede (o no) coincidir con el creador.
Rosalía responde en una entrevista hecha por la cadena de radio Los 40 Chile (2022) que cada canción dentro de este álbum, cada pieza y cada sonido es intencional. Lo anterior confirma el punto número dos propuesto por Eco en donde se responde a la idea alrededor que en cada obra existe una relación interna, misma que el usuario debe de percibir por medio de los estímulos que esta podría causarle. Dentro del disco, hay un sube y baja en la intensidad de las letras y las melodías claro ejemplo de esto, son las primeras dos canciones: Saoko y Candy, la primera abre este trabajo con tonadas intensas y melodías que pop y regatteón, así como figuras metafóricas contradictorias y profundas alrededor del arte y el amor “cuando el caballo entra a Troya / Tú te confías y ardió”; por su parte en la segunda, baja la tonada y habla del desamor que alguien siente por ella. Confirmando el punto número uno con este vaivén entre los sonidos justificados que la autora expone ante el público y su deseo por expresarse con la intensidad y la levedad a través de cada estímulo (canción). Ahora bien, el argumento dos en donde el álbum es digerido por un público, se refleja a través de las reproducciones que tienen en redes sociales como Spotify y YouTube, dándole mayor recepción a las canciones más comerciales como: La Fama (con The Weeknd) y Linda (con Tokischa), ambas con sonidos y melodías que rondan entre la bachata y el folclore flamenco combinados con pop.
Por último, el argumento número tres de Eco alrededor de las obras abiertas, expone que éstas son abiertas a las infinitas interpretaciones posibles. Para esto hay un ejemplo que parte de Rosalía y de quienes la escuchan. La canción Bulerías es una en las que más resalta la cultura española dentro de Motomami. Desde un análisis más profundo, la cantante se inspiró en el cantautor de flamenco español Manolo Caracol esto es claro cuando menciona “yo soy la niña de fuego / Como canta caracol”; de igual forma está presente el grupo Camarón de la Isla y su canción Bahía de Cádiz (1979), así pues, es una canción sin coro y difícil recordar, sin embargo, el ritmo de la bulería, ayuda a simpatizar con el receptor. Al ser Rosalía usuaria de la música regional, la reinterpreta y crea algo nuevo, añadiendo palabras, sonidos y figuras literarias modernas, cuya forma estética hace referencia a una bulería, un palo musical característico por ser utilizado en las fiestas flamencas, que si bien, tiene sus propias tonalidades y tiempos, es posible modificarlo para tener una mayor naturalidad al momento de bailarlo y tocarlo, la cantante toma esto para transformarlo. Entonces, los nuevos usuarios al escucharla, podrán interpretarla como mejor les parezca según contexto social y cultural.
Si bien la figura de Rosalía es controversial y polémica por los diferentes comentarios alrededor de la apropiación cultural que puede hacer al utilizar cierto tipo de ritmos, sin embargo, este trabajo se enfoca únicamente en descubrir si las producciones de esta cantante figuran como una obra de arte. Después de la comparación con los argumentos de Umberto Eco dentro de La poética de la obra abierta (1962), se puede concluir que, en efecto, la música del álbum Motomami (2022) de Rosalía, es una obra de arte abierta, dispuesta a ser interpretada por los escuchas. Es cierto que en comparación con la línea literaria y narrativa que se encontraba en El mal querer (2018), nos enfrentamos ante la distorsión artística de la combinación de lo clásico con lo moderno. Así como el arte barroco que puede tener una nueva perspectiva interpretativa según la forma en que se observe, así la música que propone Rosalía, llena de flamenco, pop, bachata y hasta melodías clásicas en sus videos. Tenemos ante el público un disco libre y personal, caótico y sencillo que, a través de un orden melódico, logra enamorar y decepcionar a cualquier público libre de pensar.
Referencias:
Eco, H. (1962). La poética de la obra abierta. Barcelona: Ariel
Rosalía (2022). Motomami. Colombia Récords
Rosillo, C. (2018, 13 noviembre). Por qué ‘El mal querer’ de Rosalía es una obra maestra. El País. https://elpais.com/cultura/2018/11/11/ruta_norteamericana/1541964281_790670.html
Comments